

Lo han vuelto a hacer…
Cuando parecía que los chicos de la Pixar habían llegado a un culmen creativo con Ratatouille, se desmarcan con un más difícil todavía y consiguen una nueva obra maestra.
Si, una obra maestra.
Wall-E no tiene nada que ver con las anteriores películas de la Pixar, que en su mayoría del metraje se trata de una película muda y así como en las viejas películas la inmensa mayoría de la comunicación esta centrada en la mímica y sobre todo en los gestos de los dos robots protagonistas Wall-E y E.V.A, y señores, menudos gestos.
El pequeño Wall-E destila ternura por cada una de las juntas de las tuercas y aunque vive feliz con su trabajo y revisando los viejos musicales de Hollywood (Hello Dolly) su vida cambiara cuando descubre que hay algo mas que su trabajo a través de E.V.A. una sonda inteligente en busca de vida. Solo a través de ella será capaz de salir de su rutina e intentar conseguir algo tan infantil e importante como que esta “Ipod de lujo” le de la mano.
Con un personaje sencillo, el cual no deja de ser una mezcla del protagonista de Cortocircuito y de aquella obra semi desconocida llamada “Naves misteriosas” (1971, Douglas Trumbull) nos vuelven a demostrar que las cosas mas pequeñas pueden suponer la diferencia, que el ser mas insignificante del planeta puede ser el mas necesario.
La película destaca por su duración mas que contenida (algo de que si adolecía Ratatouille) de un desarrollo vertiginoso y sobre todo de la que puede que sea la mejor media hora inicial que se ha podido ver en el cine en los últimos años. Sin duda desolador, tierno, triste, pero a la par grandioso en su sencillez.
También destaca por su temática si cabe mas adulta que las anteriores obras de la Pixar, pero dejando grandes momentos para niños como la interacciones de Wall-E con los objetos que se va encontrando en su afan por limpiar la ciudad y ya en su viaje intergaláctico por la panda de robots locos y pequeñajo robot limpiador.
Momentos Memorables: El Baile espacial de los dos protagonistas, pura poesía en movimiento y Wall-E mostrándole “Hello Dolly” a E.V.A e imitando a los protagonistas tapacubos en mano a modo de sombrero…simplemente increíble….
P.D: Si hubiera cojones tendrían que como mínimo nominarla a la mejor película del año.
Cuando parecía que los chicos de la Pixar habían llegado a un culmen creativo con Ratatouille, se desmarcan con un más difícil todavía y consiguen una nueva obra maestra.
Si, una obra maestra.
Wall-E no tiene nada que ver con las anteriores películas de la Pixar, que en su mayoría del metraje se trata de una película muda y así como en las viejas películas la inmensa mayoría de la comunicación esta centrada en la mímica y sobre todo en los gestos de los dos robots protagonistas Wall-E y E.V.A, y señores, menudos gestos.
El pequeño Wall-E destila ternura por cada una de las juntas de las tuercas y aunque vive feliz con su trabajo y revisando los viejos musicales de Hollywood (Hello Dolly) su vida cambiara cuando descubre que hay algo mas que su trabajo a través de E.V.A. una sonda inteligente en busca de vida. Solo a través de ella será capaz de salir de su rutina e intentar conseguir algo tan infantil e importante como que esta “Ipod de lujo” le de la mano.
Con un personaje sencillo, el cual no deja de ser una mezcla del protagonista de Cortocircuito y de aquella obra semi desconocida llamada “Naves misteriosas” (1971, Douglas Trumbull) nos vuelven a demostrar que las cosas mas pequeñas pueden suponer la diferencia, que el ser mas insignificante del planeta puede ser el mas necesario.
La película destaca por su duración mas que contenida (algo de que si adolecía Ratatouille) de un desarrollo vertiginoso y sobre todo de la que puede que sea la mejor media hora inicial que se ha podido ver en el cine en los últimos años. Sin duda desolador, tierno, triste, pero a la par grandioso en su sencillez.
También destaca por su temática si cabe mas adulta que las anteriores obras de la Pixar, pero dejando grandes momentos para niños como la interacciones de Wall-E con los objetos que se va encontrando en su afan por limpiar la ciudad y ya en su viaje intergaláctico por la panda de robots locos y pequeñajo robot limpiador.
Momentos Memorables: El Baile espacial de los dos protagonistas, pura poesía en movimiento y Wall-E mostrándole “Hello Dolly” a E.V.A e imitando a los protagonistas tapacubos en mano a modo de sombrero…simplemente increíble….
P.D: Si hubiera cojones tendrían que como mínimo nominarla a la mejor película del año.